Por Hugo Rius Blein (corresponsal de Prensa Latina en Vietnam)
Después de la inicial desconfianza, que el paso de los días transformó en firmeza y eficacia, mujeres vietnamitas llegaron al 8 de marzo asumiendo por primera vez una gran parte del control del tránsito en la congestionada Hanoi.
Nguyen Mai Huyen, una de ellas, confesó a los medios que al principio atribuyó su asignación a una estrategia de imagen de la policía, ya que muchos siguen creyendo que los hombres desempeñan mejor esa tarea.
Pero el despliegue y la actuación misma de las nuevas agentes, previa preparación académica, demostraron que el asunto va más allá y se inserta en una política contra la discriminación de género en la vida laboral y social del país.
Desde el primero de enero de 2013, las agentes policiales toman parte
en el control de tránsito en Hanoi
Las desigualdades persisten aún como se constata en el último reporte de la Oficina General de Estadísticas, según el cual en los primeros meses de 2012 la diferencia salarial promedio de mujeres y hombres en todos los sectores económicos equivale a un 13 por ciento.
Otra de las recién estrenadas agentes del tránsito, Dang Quynh Dung, relató que abandonó su anterior empleo porque se sentía injustamente retribuida, con 300 dólares menos que sus compañeros, pese a ocupar idénticas responsabilidades de dirección.
Abierto el tema a la opinión pública, la agencia de noticias VNA emplazó a tres compañías concretas por que cuando ofertan trabajo en sus sitios digitales indican siempre una preferencia masculina, sin ofrecer ninguna clara razón.
Idéntica observación como fenómeno generalizado formuló la jefa del departamento de mujeres trabajadores de la Confederación General de Empleo, Tran Thu Phuong, quien sostuvo que tales diferencias tienen efectos negativos en el espíritu laboral, la productividad y las legítimas ambiciones profesionales de las mujeres.
En las calles de Ciudad Ho Chi Minh, esta imagen también
se hace habitual para sus habitantes
Al intervenir en el cruce de opiniones, la coordinadora del programa nacional en género y empleo se refiere a inequidades causadas por estereotipos prevalecientes entre jóvenes, cuyos padres suelen influir para que los varones elijan estudios de ciencias naturales y las hembras ciencias sociales y lenguas extranjeras.
Nguyen Thi Thu Hong, vicepresidenta de la Confederación General de Trabajo, divisa la reducción de la brecha génerica como un proceso que entraña esfuerzos combinados de empleadores, sindicatos y las mujeres trabajadoras mismas.
La dirección del país le ha puesto alas a la solución del crucial asunto, y la sociedad en su conjunto parece encaminarse a cambiar valores y relaciones en ese sentido.
Por su parte las bisoñas agentes del tránsito de Hanoi, intransigentes ante las violaciones, dan hoy un pitazo para despejar todas las vías.