Vu Thi Dung, la madre de 400 niños

(VOVWORLD) - Es emocionante conocer la historia de Vu Thi Dung, una hanoyense de mediana edad que decidió renunciar a un trabajo bien remunerado para entregarse en su totalidad a las labores humanitarias. Hace más de 10 años Dung comenzó su “aventura” en búsqueda de inculcar esperanzas a los huérfanos, los niños con discapacidad y los que viven en situación precaria. Con un enorme corazón y mucha dedicación, hasta el momento esta mujer ha llegado a acoger a 400 niños en más de 30 provincias y ciudades de Vietnam.

La vida de Nguyen Thi Thuong dio un gran giro hace 10 años, cuando Vu Thi Dung y su fondo de caridad “Esperanza” le brindaron apoyos. Era una niña estudiosa de 12 años, pero a diferencia de sus contemporáneos tenía que cuidar a su madre y a su hermana, ambas con padecimientos psiquiátricos. Por lo mismo, apenas se llenaba el estómago con poca comida y vivía en extrema pobreza. 

Vu Thi Dung, la madre de 400 niños - ảnh 1Vu Thi Dung crea el fondo Esperanza en apoyo a 400 niños en más de 30 provincias y ciudades de Vietnam.

Al enterarse de la situación de Thuong, la “madre” Dung no dudó en financiar sus gastos escolares para que pudiera continuar sus estudios y acompañarla a que conquistara nuevos horizontes. Hoy en día la pequeña Thuong ha podido vivir su mayor sueño. Es estudiante del tercer año de la carrera de Psicología en la Universidad Internacional de Fulbright, en Vietnam, y a la vez la beneficiaria más joven del programa “Futuro para La Mujer”, auspiciado por la fundación estadounidense Echidna Giving, que consiste en capacitar y orientar a las féminas emprendedoras. Con emoción, Thuong compartió: “Antes era una niña muy tímida e insegura. No era capaz de expresarme hasta los 16 años gracias a la paciencia de mi madre Dung. Ella me dio el cariño y el apoyo de una verdadera familia, que tanto necesitaba. Poco a poco empecé a abrirme a los demás y a crecer con la ayuda de la madre Dung y su Fondo Esperanza. Así descubrí mi potencial y empecé a soñar con un futuro brillante. Hoy, gracias a su apoyo incondicional, sigo estudiando y confío en que mis sueños no son imposibles de alcanzar".

El caso de Thuong es sólo una pequeña parte de la gran historia de caridad de Vu Thi Dung y su Fondo Esperanza, la cual abarca a 400 niños desfavorecidos. Los actos solidarios de Dung durante estos 10 años han conmovido a numerosos individuos, quienes le dieron su apoyo para que el proyecto siga en pie.

A los niños en situación de vulnerabilidad, a los pequeños discapacitados y los que sufren de maltratos a lo largo del país, Dung intenta localizarlos y extenderles la ayuda necesaria, proporcionándoles subsidios para cubrir sus gastos escolares y de alimentación hasta que termine el bachillerato. A algunos, incluso, se les brinda apoyo económico hasta que finalicen su formación profesional y encuentren un empleo adecuado. 

Al respecto, Nguyet Minh, colaboradora de Dung y su proyecto, precisó:  “He visto la increíble transformación de los niños a los que hemos ayudado. Al principio se veían bastante tristes y tímidos, pero con el tiempo se han convertido en adultos fuertes y generosos. Muchos han tenido éxito en la vida y ahora vuelven para ayudarnos a cuidar de los más pequeños. Este trabajo es especialmente conmovedor para mí, ya que da esperanza y fuerza a los niños más vulnerables de nuestra sociedad, permitiéndoles que vivan una segunda oportunidad".

Sin identificarse como parientas biológicas, los beneficiarios del fondo Esperanza se apoyan y se quieren como miembros de una misma familia. Muchos de ellos, tras cosechar sus propios éxitos en el mundo profesional, regresan al gran hogar de la “madre” Dung para cuidar a los “hermanos más pequeños”, aportando sus esfuerzos para fortalecer la “Casa de la esperanza”. Asimismo, buscan también implementar proyectos en beneficio de la sociedad. 

Es ese el caso de Nguyen Thi Oanh, miembro de la Casa de la Esperanza y quien actualmente es estudiante de la Universidad Británica en Vietnam, la primera ganadora de la beca "Corazón de León" de esta institución.

“Conmovida por la noble misión de Vu Thi Dung decidí convertirme en una voluntaria del Fondo Esperanza. Hoy acompaño a cinco jóvenes en el hogar. Cada mes hablo con ellos por teléfono, conversamos como si fuéramos verdaderos hermanos. Los niños de aquí suelen vivir sin el amparo del amor, por eso procuro darles cariño, así como lo hizo la ‘madre’ Dung con nosotros, para que recuperen su autoestima. Cuando me gradúe quiero que mis aportes al Fondo Esperanza puedan ayudar a esos niños a cambiar su destino”, expresó Oanh.

La ruta de la esperanza de Vu Thi Dung ha abierto un futuro prometedor a muchos niños en condiciones especiales. Según ella, una nueva Casa Esperanza ubicada en el distrito de Thanh Thuy, provincia norteña de Phu Tho, se encuentra en construcción. Este lugar será un acogedor sitio para que los niños desfavorecidos puedan recibir la mejor atención posible. 

"El Fondo Esperanza reúne a personas solidarias, tanto individuos como grupos, que quieren ofrecer un futuro mejor a los niños que no han tenido mucha suerte en la vida. Queremos darles una vida digna y ayudarles a convertirse en buenos ciudadanos. Mi mayor deseo es que otras personas y otros grupos, también se comprometan con causas humanitarias", confesó Dung. 

 Mientras más niños desfavorecidos se benefician con el Fondo Esperanza, más satisfecha se siente Vu Thi Dung con los esfuerzos que ha dedicado al programa. Al parecer, su corazón se nutre de sembrar esperanzas y expandir el amor y la compasión a los demás.
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