Una oportunidad de oro para la paz en la península coreana

(VOVWORLD) - El encuentro histórico entre el presidente surcoreano, Moon Jae-in, y el líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un, tendrá lugar el 27 de abril en la “aldea de la tregua” de Panmunjom. El hecho de que Kim aceptara dialogar después de más de seis años de perseguir el programa nuclear y balístico es considerado como una escasa oportunidad para crear premisas a la proyectada desnuclearización y a la paz en esa península.
Una oportunidad de oro para la paz en la península coreana - ảnh 1 Las delegaciones deportivas de Corea del Sur y Corea del Norte desfilen juntos en los Juegos Olímpicos de Invierno 2018 (Foto: AFP)
La programada cita se efectuará en la llamada “Casa de la Paz”, en la mencionada aldea donde se firmó el acuerdo de armisticio entre las dos partes. Se tratará de la primera cumbre intercoreana en 11 años pero la tercera en la historia de las relaciones bilaterales, tras las realizadas en el 2000 y 2007. La agenda de esta reunión incluirá una ceremonia de bienvenida, conversaciones y un banquete oficial, según informó el Palacio Presidencial de Corea del Sur.

¿Qué novedades?

El primer encuentro cimero se celebró en el 2000 en Pyongyang. Fue entre el difunto líder norcoreano Kim Jong-il y el entonces presidente surcoreano Kim Dae Jung. En esos momentos, la crisis económica que enfrentó la República Popular Democrática de Corea obligó a su máximo dirigente a recurrir a ayudas externas. Al cierre de la cita, los dos dirigentes firmaron un acuerdo destinado a reducir las tensiones y promover la reunificación, cuyos frutos más relevantes fueron la instauración de la zona turística de la montaña de Kumgangsan y la zona industrial conjunta de Kaesong.

Sin embargo, a causa de unos incidentes posteriores, los dos países volvieron a caer en la desconfianza mutua hasta el segundo encuentro mantenido siete años después por el líder Kim Jong-il y el ex presidente surcoreano Roh Moh Hyun, quienes  llegaron a un acuerdo sobre el desarrollo de la zona industrial conjunta de Kaesong. También pretendieron lograr un pacto de paz permanente en la península coreana y realizaron negociaciones internacionales acerca de un convenio para reemplazar al de armisticio que tuvo como objetivo poner fin al conflicto intercoreano de 1950 a 1953. Ambas partes también acordaron establecer una zona de pesca conjunta en las aguas en disputa al oeste.

El contexto de esta tercera cumbre es algo parecido al de las dos anteriores, cuando Corea del Sur encara actualmente grandes dificultades a causa de las sanciones internacionales. Sin embargo, hay una diferencia muy marcada que es la mayor coordinación entre Corea del Sur y Estados Unidos en la preparación del cercano encuentro. Seúl desempeña el papel intermediario entre Washington y Pyongyang, mientras estos últimos tienen grandes motivaciones para el diálogo. En la cita de este viernes, las dos Coreas debatirán sobre tres contenidos principales: la desnuclearización, el establecimiento de la paz en la península coreana y la mejoría de las relaciones bilaterales.

Escepticismo y esperanza

En tal coyuntura, se prevé que ambos países emitan una declaración oficial para poner fin a las hostilidades en sustitución del acuerdo de armisticio de 1953. Sin embargo, se desconoce si los dos líderes abordarán los detalles concretos como la fecha y el nivel de la desnuclearización, o la cifra precisa de la reducción de las armas convencionales de ambos lados. Lo más probable es que reafirmen los objetivos fundamentales de las negociaciones en el futuro, que incluyen la desnuclearización, el establecimiento de la paz, los asuntos humanitarios y el mejoramiento de los vínculos bilaterales.

Sin embargo, existen muchas dudas en lo que concierne a los resultados del encuentro, mientras no se define muy bien el giro repentino de las acciones de Pyongyang ni su compromiso con la desnuclearización. A eso se añaden las barreras geopolíticas que pueden afectar el proceso de paz. Pyongyang ha dado algunos compromisos antes de la celebración de la cita. No obstante, ha utilizado estrategias similares en las anteriores negociaciones.

Además, la versión de la desnuclearización gradual de Corea del Norte no agrada a Washington que siempre la rechaza tildándola de una estrategia destinada a dividir el tema con vistas a presentar sus exigencias para cada paso. Mientras, pide que Pyongyang abandone su programa nuclear antes de darle cualquier concesión.

Después de dos reuniones cumbres, las relaciones entre las dos Coreas obtuvieron mejorías pero estas fueron oscurecidas por las tensiones posteriores. Se han necesitado 11 años para vislumbrar una nueva señal de paz, así que el encuentro de este viernes es considerado clave para un mejor control de la situación en la península coreana y reducir los riesgos de guerra tanto en la península coreana como en la región.

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